sábado, 31 de diciembre de 2011

No hay que tener miedo al tren.


Lo que llamamos “vida” es un tren con muchos vagones.
A veces estamos en uno, a veces en otro.
Otras veces pasamos de uno a otro,
cuando soñamos o cuando nos dejamos llevar por lo extraordinario.

No somos lo que la gente deseaba que fuésemos.
Somos lo que decidimos ser.

Aleph – Paulo Coelho.

El miedo va hasta donde lo inevitable comienza;
a partir de ahí, pierde su sentido.
Y todo lo que nos queda es la esperanza
de haber tomado la decisión adecuada.

La Quinta Montaña – Paulo Coelho.



Terminamos el año cumpliendo con estas palabras de Paulo Coelho, estos meses sin publicar nada, no me salían las palabras, la incertidumbre, el miedo, el salto al vacío me tenían la garganta atenazada, los dedos de las manos paralizados.

Pero terminamos el año, y yo lo finiquito cambiando de vagón, siendo lo que ni yo esperaba ser y habiendo sentido mucho miedo.

Nadie dijo que plantar un jardín fuera fácil, uno a veces no sabe ni que plantar, lo único que sabe es que no le gusta vivir entre piedras, rastrojos y tierra seca. La mayor parte del tiempo podemos creer que no hay otra opción para nosotros, es lo que nos ha tocado y como mucho esperamos que un golpe de suerte, externo a nosotros, venga y nos cambie la vida, mientras tanto seguimos dándole patadas a las piedras, enfadados, tristes, frustrados por lo que nos ha tocado vivir, en cualquier ámbito. En este caso, el ámbito profesional.

Estudiamos una carrera, por vocación, tuve esa suerte, das tumbos de un trabajo a otro, cuando consigues trabajar de lo tuyo es el gran triunfo, pero entonces quieres más, persigues otras metas, las cumples. Al cabo de los años, por las decisiones tomadas, por darle su parcela de importancia a tu vida personal, te ves metido en un trabajo que no te gusta, que crees que es temporal, pero pasa el tiempo y no encuentras la salida, y encima no te puedes quejar, (que no te oigan), que trabajas de lo tuyo, tienes buen horario y para lo mal pagada que está tu profesión encima no te puedes quejar del salario que tienes.

Mientras tanto uno se pasa 8 horas o más al día soportando lo inevitable, lo necesario para traer un salario a casa, y con los tiempos que corren miras a tu alrededor y sólo puedes dar las gracias por tener trabajo, y con esa excusa te consuelas un tiempo, utilizas todas las estrategias mentales posibles para hacerte creer que no estás mal y que puedes seguir el tiempo que sea, soportando todos los frentes que tienes abiertos en la oficina.

Tu yo inconformista continua buscando una salida, pero no la encuentra, yo he estudiado una carrera para trabajar por cuenta ajena, y encima, o te sacas una oposición o, como he estudiado una carrera para ayudar a los demás, en el ámbito privado piensan que no tenemos una hipoteca ni facturas que pagar, trabajamos de forma altruista porque nos gusta. Claro que ya sabíamos que no nos haríamos ricos, que no tendríamos un nivel alto de vida, pero por favor, un salario digno, un salario para poder vivir y no que la mayoría de profesionales de Trabajo Social viven con 800 euros netos al mes, con horarios cambiantes de Lunes a Domingo.

No era mi caso, encima yo estaba en un trabajo de lo “mejor” que puedes esperar en el ámbito privado.

Con este panorama a uno le acaba por decepcionar su profesión en su propio país, y decide que ya no quiere ejercerla, que esta harto de que le tomen el pelo, de aguantar los caprichos y directrices de las grandes empresas y políticos. Para que negarlo trabajar por cuenta ajena a cierto nivel, en este país, es una mierda, ups, he dicho mierda... sí, una mierda.

Y un día, mientras te encuentras en este estado de frustración, aparece un tren, una nueva semilla, de apariencia muy atractiva, dan ganas de subirse, de plantarla, pero es arriesgado... ¿seguimos dándole patadas a las piedras? O ¿ponemos todo nuestro esfuerzo y nos subimos al tren y plantamos la nueva semilla?

Todo nuevo camino da miedo, tenemos los pies tan anclados a la tierra, a los bienes materiales, al conformismo, a la seguridad, tenemos tanto miedo al cambio que la mayor parte de oportunidades que nos presenta la vida las dejamos pasar, preferimos seguir dando patadas a las piedras y excusarnos en que nunca tuvimos la oportunidad que necesitábamos, que queríamos, y sí, pasó por delante nuestra pero no supimos verla, no tuvimos el valor de subirnos al tren, de plantar la semilla.

Este año sí puedo decir que no es mi caso, me he subido al tren, he plantado la semilla. No va a ser un camino fácil y la semilla necesitará de mil cuidados para germinar y florecer. Voy a trabajar mil horas más que antes, pero lo haré para mi, por mi proyecto. Sin aguantar los caprichos de los demás, de los que nos clasifican con un número de trabajador y nunca llegan a saber ni que existimos, ni de los ineptos que están por encima creyendo que saben más que tú y que consiguieron su puesto a base de lamer culos.

Este año por fin puedo decir en voz alta y siendo mas cierto que nunca, ¡Año Nuevo, Vida Nueva!, porque los cambios son posibles, los pequeños sueños se cumplen y seguiremos trabajando por los grandes.

¡FELIZ AÑO NUEVO 2012!

lunes, 29 de agosto de 2011

Pasividad frente al mundo


La vida es muy peligrosa.
No por las personas que hacen el mal,
sino por las que se sientan a ver lo que pasa.

Albert Einstein.



Me prometí no politizar este blog, mantenerme lejos de la actualidad, pero me resulta imposible. Por supuesto que no voy a hablar de política, entre otras cosas, no creo en los políticos, son seres humanos, por lo tanto son imperfectos. Tiendo a pensar que la naturaleza humana está abocada al mal, es necesario una educación, creencias, valores y esfuerzo diario para tender al bien.

Enciendes la televisión, abres un periódico, sintonizas la radio y ¿qué te encuentras?.

Las noticias nos informan de una situación y clase política en España que, no sólo nos lleva “cuesta abajo y sin frenos” a lo más profundo de una crisis de la que parece no vamos a salir en 20 años, sino también da ganas de vomitar. Para manejar un país a tu antojo y hundirlo no necesitas ni tener estudios, con tener las espaldas muy anchas, ningún tipo de escrúpulo, ni valor, y ganas de llenarte los bolsillos y asegurarte una jubilación de multimillonario es suficiente.

También nos encontramos con disturbios brutales en Londres, que por supuesto hacen que el Reino Unido se empiece a plantear el gigantesco problema social que padecen, un problema que abarca desde carencias alarmantes en educación, hasta la increíble vida parasitaria hacia las ayudas sociales que padecen un número cada vez mayor de la población. Tal vez lo que ha ocurrido sirva para que realmente haya cambios en el sistema social y educacional, pero claro eso dependerá del interés que tenga el político de turno, parece imposible que se pueda cambiar algo que se ha estado alimentando y sustentando durante tanto tiempo porque interesaba o porque no era de interés.

Hablamos de problemas que nos tocan de cerca, pero claro, si le echas una mirada al mundo tal vez prefieras quedarte ciego.

Al final parece que todo se reduce a un círculo de poder económico y político con tal fuerza que mueve al mundo a su conveniencia, y nosotros sus marionetas.

Podréis pensar que en ese caso una marioneta no tiene nada que hacer en la lucha contra esas fuerzas tan poderosas, pero como siempre digo, si nos esforzamos cada día en cambiar algo de nuestro pequeño mundo, en algún momento los cambios repercutirían a nivel global. Dicen que si la humanidad entera diera un salto al mismo tiempo la rotación de la tierra cambiaría, no sé si es cierto (no tengo ni idea de ciencia), y por favor no lo intentemos, pero igualmente con grandes cambios a nivel individual se consiguen cambios globales en la sociedad, puede y debe funcionar.

No quiero decir que nos los haya, hay movimientos, tal vez tardíos, tal vez manipulados, tal vez adecuados... eso lo dejo al gusto de cada uno, pero no es suficiente, se necesita de un gran cambio a nivel personal, de pensamiento, de apertura al mundo, de educación, de valores y lucha por los derechos humanos.

viernes, 15 de julio de 2011

Espejismos

Oh, can´t anybody see
we´ve got a war to fight
never found our way
regardless of what they say
how can´t it feel, this wrong
storm... in the morning light
I feel
no more can I say
frozen to myself
I got nobody on my side
and surely that ain´t right
how can it feel, this wrong
from this moment
how can it feel, this wrong.

“Roads” - Portishead

No nos atrevemos a muchas cosas
porque son difíciles,
pero son difíciles
porque no nos atrevemos a hacerlas.

Seneca

Resulta complicado expresarse cuando te encuentras en una encrucijada, en un callejón sin salida. Cuando no sabes cuál de tus dos yos te está engañando, a cuál hacer caso, cuál te plantea la realidad y el camino a seguir y cuál te llena la cabeza de espejismos.

¿Por qué cosas merece la pena luchar?, ¿cuáles son simples espejismos?, ¿cuándo llegamos a saber realmente lo que queremos? y lo más importante ¿cuándo tenemos las agallas para luchar por nuestros sueños?. Nunca sabemos cuantas vueltas tiene que darnos la vida para llegar a nuestro verdadero camino y eso el que consigue llegar, cuantas veces nos engañamos con espejismos.

miércoles, 1 de junio de 2011

Vuelta a la ciudad del sueño cumplido.

Cross the border,
Into the big bad world
where it takes you about an hour
just to cross the road
just to stumble across another poor old soul from
the dreary old lanes to the high-street madness
eye fight with my brain to believe my eyes
and it´s harder than you think
to believe this sadness
that creeps up my spine
and haunts me throught the night

And life is good and the girls are gorgeous
suddenly the air smells much greener now
and I´m wondering around
with a half pack of cigarettes
searching for the change that I´ve lost somehow

These streets with too many names for me
I´m used to Glenfield road and spending my time down in quay
I´ll get used to this eventually

I know, I know
                                                                                                         
“These Streets”- Paolo Nutini


¿Cuantos sueños nos quedan por realizar?, ¿cuantos hemos realizado?.

Este mes realizo un viaje de visita a un país donde cumplí un sueño. Es un mes para recordar, para enorgullecerse de los sueños cumplidos, para recobrar las fuerzas que necesitas para cumplir los nuevos.

Será un viaje de recuerdos a una ciudad, hermosa ciudad, a la que tenía abandonada desde hace 4 años, abandonada físicamente que no emocionalmente. Donde quedan amigos e iba a decir ex compañeros de trabajo, pero no, porque también son amigos. Donde quedan buenos y malos recuerdos, aunque ya se sabe que con el tiempo, por suerte, sólo quedan los buenos.

Sólo pasear por sus calles ya evoca una época de libertad, lucha, auto-conocimiento, y de mucho crecimiento personal. Y a cada paso que dé un recuerdo me asaltará y conociéndome será emotivo. Tal vez sea por la tendencia a idealizar las cosas una vez que ya no las tenemos, eso dicen. En mi caso no lo creo, soy completamente consciente de los momentos duros que viví, de la soledad, la frustración, de la lucha encarnecida por cumplir un sueño, no fue fácil y, una vez conseguido, vivirlo en soledad tampoco fue fácil. Pero fui feliz sabiendo que tenía coraje para luchar, no dejando que me vencieran, saltando cada obstáculo que me encontraba en el camino y cómo disfruté cuando conseguí mi trofeo, mi sueño, que orgullo, satisfacción.

Durante el tiempo que viví allí aprendí a disfrutar de la ciudad, incluso en los duros días de invierno con poca luz solar, los paseos interminables por sus calles, en las cuales siempre se encuentra un rincón sorprendente, entrañable, alegre, distinto. Y los días de verano se convierte en una ciudad verde, con parques llenos de vida, todo el mundo en la calle, todos disfrutando. Los mercados, el cine en versión original, los teatros con sus musicales, sus cafeterías, sus restaurantes orientales, el sushi a domicilio... Volvería cien millones de veces más.

Muchas veces la tentación, y la pésima situación laboral en España, me llevan a pensar en volver. Volver a vivir y trabajar en esa ciudad, y entonces pienso en el fastidio de papeleo que tendría que volver a realizar, las fuerzas que necesitaría para volver a empezar y lo pongo todo como excusa para no hacerlo. Pero es un pequeño auto-engaño, no volvería a lo que conseguí en su momento, porque ya lo conseguí, porque volver a ello sería una forma de engañarme y huir del verdadero sueño que tengo por delante, del verdadero sueño por cumplir.

Lo único, que es un sueño más grande, por tanto más difícil de conseguir, y a veces fallan las fuerzas y la autoestima necesaria. Pero este viaje me servirá para recordar que una vez fui capaz de hacer las maletas y cumplir un sueño, siempre con el inestimable apoyo de mis seres queridos.

El viaje será entrañable, alegre y muy divertido ya que me acompañan parte de las mujeres más importantes de mi vida.

jueves, 12 de mayo de 2011

Talento por descubrir.

Look at you, you bite your tongue
You don't know why or where I'm coming from
But in my head I'm close to you
We're in the rain still searching for the sun

You think that I want to run and hide
That I keep it all locked up inside but I just want you to find me
I'm not lost; not lost, just undiscovered
And when we're alone we are all the same as each other
You see the look that's on my face
You might think I'm out of place
I'm not lost, no, no, just undiscovered

Well the time it takes to know someone
It all can change before you know it's gone
So close your eyes feel the way I'm with you now
Believe there's nothing wrong

You think that I wanna run and hide
I'll keep it all locked up inside
But I just want you to find me
I'm not lost, I'm not lost, just undiscovered
And when we're alone we're all the same as each other
You see the look that's on my face
You might think I'm out of place
I'm not lost, no, no, just undiscovered

I'm not running
I'm not hiding
If you dig a little deeper you will find me

I'm not lost, not lost, just undiscovered
And when we're alone we're all the same as each other
You see the look that's on my face, you might think that I'm out of place
I'm not lost, no, no, just undiscovered


Undiscovered - James Morrison

¿Cuantas veces nos sentimos prejuzgados?, ¿cuantas veces somos etiquetados?, y ¿cuanto nos molesta este hecho?.

Hoy en día vivimos en un mundo desconfiado, competitivo, apresurado. No hay tiempo, ni ganas de conocer realmente a las personas, tampoco interés. Resulta más fácil etiquetarlas desde un principio por una corazonada, sexto sentido, cotilleo difundido, hecho puntual, función, cargo... etc.

¿Alguien siente que realmente se le conoce en los círculos que se mueve?, tal vez tu familia e íntimos amigos, pero ¿y en otros círculos?, por ejemplo, lugar en el que transcurre la mayor parte de nuestro tiempo, el trabajo, ¿nos conocen?, ¿nos valoran?, ya no los altos cargos para los cuales eres un número, pero tus superiores inmediatos, tus compañeros, los trabajadores a tu cargo, ¿alguien te conoce realmente? Por supuesto que no, y menos mal, en el ámbito laboral siempre es preferible dejar tu ámbito personal en la puerta. Pero ¿te conocen siquiera profesionalmente, o en un momento dado fuiste etiquetado y en eso te quedaste?.

No nos conocen, no nos valoran, con que tu trabajo esté hecho al final del día es suficiente. Somos robots que desempeñan una función, les da igual si sirves para un millón más de funciones, si hay todo un mundo de destrezas y habilidades por descubrir, si simplemente te necesitan para lo que te necesitan.

Luego existe esa “gran raza de seres superiores” que han conseguido llegar a ese “gran cargo” sabiendo mover sus fichas de pelotas, lameculos y lazos familiares y te reciben como lo que son, seres superiores de cargo medio, para los que eres un peón al que tratar como a un crío de 5 años, que hay que llevarle de la manita y explicarle las cosas despacito para que se entere. Y en ese momento te dan ganas estamparle tu experiencia, mucho más rica que la suya pero que ni se ha molestado en conocer, en la cara al pedazo de inútil que lleva 15 años haciendo lo mismo día tras día, al que si le sacas al mundo exterior se pierde porque no conoce otra cosa, y decirle que vuelva a tratar con ese paternalismo a su p.m.

Siento si me he excedido, pero creo que todo el mundo se ha encontrado y sufrido a este tipo de personas en algún momento de su vida. ¿los estoy etiquetando? Tal vez si, pero después de realizar un estudio muy riguroso sobre sus pautas de comportamiento. Total en España ésto lo sufrimos incluso en el Gobierno, pero este es otro tema.

El gran fracaso de esta sociedad que machaca al luchador, al que tiene talento, los deja atrapados en una cueva mientras sigue alzando a los inútiles, así nos va. Millones de buenos trabajadores, emprendedores, profesionales tratan de conseguir ser respetados día tras día, ser reconocidos, descubiertos.

Informados quedan todos los que pertenecen a esa “gran raza de seres superiores” que hay otra raza de gente con talento, aptitudes, destrezas y habilidades que vienen pisando fuerte, que ya no se conforman, que quieren ser descubiertos, y que a falta de un descubridor se descubrirán ellos mismos y vencerán. El conformismo será vencido.

Yo no estoy perdido, simplemente no he sido descubierto.

martes, 3 de mayo de 2011

Esos pequeños especímenes.

Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre. No sé
donde nací. Lo primero que recuerdo es que estaba en un
lugar umbrío y húmedo, donde me pasaba el día
maullando sin parar. Fue en ese oscuro lugar donde por
primera vez tuve ocasión de poner mis ojos sobre un
espécimen de la raza humana.
Hay que decir que entre los de nuestra especie
se da por sentado que el primero que halla algo
abandonado, ya sea la cabeza seca de una sardina o las
tripas de un mújol, adquiere de inmediato el derecho a
zampárselo. Cuando alguno de nosotros hace caso omiso
de esa regla y se apropia de lo que no es suyo, entonces
es incluso lícito recurrir a la violencia. Sin embargo, éste
es un concepto que se les escapa a los humanos. De
hecho, tengo comprobado que cada vez que encontramos
algo bueno que llevarnos a la boca, invariablemente
viene un humano y nos saquea. Confiados en su fuerza
bruta, los humanos nos roban sin ningún tipo de pudor
las cosas de comer que por derecho nos pertenecen.
Pero les juro que los humanos no se saldrán con la suya
eternamente. Tenemos que ser pacientes. Llegará un día,
y espero que no tarde mucho, en que los gatos
dominaremos el mundo.


Soy un gato – Natsume Soseki


Qué escribir cuando no tienes nada que decir, cuando te sientes vacío. Vacío y contra el mundo. Contra la sociedad, el país. Pero aún así sigues vacío o sin ganas de gritar, de soltar a los cuatro vientos que estás en contra del mundo, pero no vacío, eso nunca.

Qué decir cuando miras a tus gatos, ahí están, durmiendo apaciblemente con una sonrisa en la boca. Despreocupados de todo y de todos, bueno no, miento. Mis gatos tienen un radar e incluso cuando más profundamente dormidos parecen, si muevo un sólo átomo de mi cuerpo se despiertan y me siguen. Aquí también miento, no me siguen, me persiguen, no dan tregua, allá donde yo vaya ellos irán conmigo, metiéndose entre mis pies, intentando una y otra vez que acabe en el suelo. Persecución y zancadilla continua. Creo que es un complot, quieren librarse de mi y quedarse con mi piso en herencia, para de esta manera poder recorrer libremente la casa, en todos los niveles, poder trepar, saltar, corretear...

Mis gatos quieren poseer mi casa, porque a mi ya me poseen, un maullido es una orden, una solicitud de caricia y me tienen a su entera disposición. Se suben en mis piernas y me miran directamente a los ojos con esos interrogantes ojos azules, tiernos a la vez, pidiendo atenciones. Pegan su nariz a la mía y maúllan. Un maullido corto, exacto y perfecto, han dicho exactamente lo que querían decir y yo no puedo parar de reír.

En ese preciso instante sabiendo que han cumplido con su misión, se acurrucan en mis piernas con un intenso ronroneo y vuelta a dormir. Lo han dejado bien claro, yo les pertenezco, mi casa les pertenece, se merecen cariño y atención, a cambio nunca me abandonarán, me seguirán donde quiera que vaya y cuando no tenga nada que decir y me sienta en contra del mundo me arrancarán una carcajada, me harán sentir un profundo amor y cariño por quién nunca nos hace estar en contra. Mis gatos.

sábado, 23 de abril de 2011

Suerte de nacimiento.

Mi padre y mi madre debieron haberse quedado en
Nueva York, donde se conocieron, donde se casaron y
donde nací yo. En vez de ello, volvieron a Irlanda cuando
yo tenía cuatro años.
Cuando recuerdo mi infancia me pregunto cómo
pude sobrevivir siquiera. Fue, naturalmente, una infancia
desgraciada, se entiende: las infancias felices no merecen
que les prestemos atención. La infancia desgraciada irlandesa
es peor que la infancia desgraciada corriente, y la infancia
desgraciada irlandesa católica es peor todavía.

Las Cenizas de Ángela – Frank McCourt


Donde nacemos es el factor fundamental que determina nuestra vida. ¿Somos conscientes de la importancia de este factor?.

En qué continente, país, ciudad, estrato social, familia, muchas veces incluso la posición en la familia, ¿eres el primogénito?. Todo esto, junto al género, raza, religión y condición social son el primer gran factor que ya te determina desde el útero de tu madre. Desde el mismo momento de la fecundación ya estás determinado, te desarrollarás en el útero, nacerás y no podrás hacer nada por cambiar ni uno sólo de todos esos factores.

No podemos cambiar ni uno sólo de ellos, al menos al principio, el género, la religión y la condición social son factibles de cambio hoy en día. ¿Tiene todo el mundo las mismas oportunidades para cambiar? Por supuesto que no, no podemos comparar a un ser humano nacido en un país desarrollado que en un país subdesarrollado o “Tercer Mundo”. No podemos comparar al que nace en un campamento de refugiados de algún país africano con el que nace en una familia adinerada de Suecia. Ni siquiera podemos compararle con el nacido en una fabela brasileña.

Dentro de un mismo país tampoco se pueden realizar comparaciones, hay países que poseen unas determinadas “igualdad de oportunidades” con las que supuestamente, el hijo de una familia de clase baja puede llegar a prosperar tanto como uno de la clase alta (por supuesto que el camino no será igual de tortuoso para los dos). Pero hay otros países que no poseen estas igualdades, donde naces es donde te quedas.

Los que hemos nacido en países desarrollados, con igualdad de oportunidades... etc ¿sabemos apreciarlo?, ¿somos conscientes de que hay otras vidas mucho más difíciles?, ¿acaso cuantas más facilidades, comodidades y oportunidades somos más infelices?

Vivimos en una sociedad preocupada por los métodos de adelgazamiento, donde la población con sobrepeso aumenta cada día mientras que otros seres humanos no tienen que comer. Preocupados porque el jabón sea PH neutro y el agua esté a buena temperatura (no olvidéis intercambiar chorros de agua fría y caliente para activar la circulación sanguínea), mientras que otros no tienen agua para lavarse, ni siquiera agua potable que beber.

En resumen, disfrutamos de un sinfín de comodidades con las que otros no pueden ni soñar ¿somos más felices por eso? No creo que sonriamos más, porque ya no nos conformamos con nada. Los bienes materiales nos tienen sorbidos el seso.

Yo no me desvinculo de ello, por supuesto que tengo mis ataques de ansiedad material. Claro que si me quedo sin agua caliente pongo el grito en el cielo, si me olvido el móvil en casa me da angustia, siempre compro el mismo gel, porque me gusta. Por supuesto que me gusta la variedad en mi dieta, que tengo un portátil y quiero un Imac...etc Pero cuando se me pasa la vena consumista y tengo un momento de lucidez me doy cuenta de la suerte que tengo, de que no necesito nada más, bueno si, sonreír desde que me levanto hasta que me acuesto.

No es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita, (menos mal que nos lo recuerdan los anuncios, sí, los mismos que quieren que compres más cosas).

Debemos ser conscientes de dónde hemos nacido, para aprovechar nuestras oportunidades y desarrollarnos. Desarrollarnos hacia la búsqueda de un mundo mejor para todos, sin olvidarnos de la suerte que ya nos vino dada desde el útero de nuestra madre.

lunes, 18 de abril de 2011

¿Qué vida vivimos?

SUPERFICIES DE VIDA
Casa: 89 m2
Ascensor: 3 m2
Garaje: 8 m2
Empresa: la sala, unos 80 m2
Restaurante. 50 m2
Cafetería: 30 m2
Casa de los padres de Rebe: 90 m2
Casa de mis padres: 95 m2
Total: 445 m2

¿Puede alguien vivir en 445 m2 durante el resto de su vida?
Seguramente sí, seguramente usted conoce a mucha gente
así. Personas que se desplazan por una celda sin estar presas;
que se levantan cada día sabiendo que todo va a ser igual que
ayer, igual que mañana; personas que a pesar de estar vivas se
sienten muertas.

El bolígrafo de gel verde – Eloy Moreno


¿Conseguimos lo que queremos?, ¿tomamos las decisiones adecuadas para lograr nuestras metas?, ¿nos dejamos enredar por lo que la sociedad dicta?.

Hoy en día sufrimos un bombardeo continuo sobre cómo debería ser nuestra vida, los medios de comunicación, la publicidad... ellos dictan cuales son nuestras necesidades, lo que deberíamos tener, a lo que deberíamos aspirar, cómo deberíamos ser... ¿es todo esto real?

Debemos analizar nuestras metas, perseguir lo que nos hace felices, no dejarnos engañar por lo superfluo, por lo material, por lo que las grandes empresas dicen que necesitamos. Esta sociedad en la que vivimos es cada vez más materialista, egoísta, vanidosa y carente de esfuerzo. Desde que son pequeños a los niños se les da y permite todo, “no se vayan a traumatizar”. El poco tiempo de calidad que tienen los padres para dedicarles hace que intenten suplir esas carencias con cosas materiales. Nosotros mismos, los adultos, solemos cubrir nuestras carencias afectivas y emocionales , dándonos esos caprichos materiales que realmente no nos dan la felicidad.

Según nos hacemos adultos entramos en una espiral de la que no sabemos como salir, hay una idea preconcebida de cómo debemos formar una familia, de cómo debemos colmar a esa familia de comodidades, dinero y afectos materiales que no son necesarios, que no dan la felicidad. Comenzamos a vivir para trabajar, para acumular, para llevar un salario a casa y nos olvidamos de VIVIR.

Conocemos nuestros sueños, poseemos una tierra fértil, unos pilares fuertes y la certeza de que si luchamos por lo que realmente queremos podemos conseguirlo, así que ¡vivamos!.

Este no es un blog de reseñas de libros, pero no puedo dejar de recomendar la lectura de “El bolígrafo de gel verde”, tanto el camino y la lucha del autor como la del personaje principal son admirables, nos muestran ese mundo en el que nos enredamos y nos enseñan que siempre hay una salida... no diré nada más, es mejor disfrutar de la lectura de esta maravillosa novela.

martes, 12 de abril de 2011

Los pilares del ser humano III.

En ti encuentro todo lo que buscaba:
un espíritu que hace levantar el vuelo a mi alma,
que arrojó una luz nueva sobre cosas antiguas,
que ofreció su hombro para que mi cabeza descansase.
Kahlil Gibran


No todo el mundo necesita una pareja a su lado, un compañero/a de viaje, no obstante, por lo general el ser humano tiende a buscar esa persona fiel que siempre permanecerá a su lado. La gran mayoría de nosotros buscamos el amor y en algún momento nos enamoramos, otras buscan a alguien por conveniencia (ese es otro tema).

¿Cómo saber cual es nuestra pareja ideal?, primero deberíamos empezar por conocernos a nosotros mismos, querernos y respetarnos, de esa manera no permaneceremos al lado de alguien que nos haga daño, maltrate, humille o simplemente nos anule.

La pareja nunca debe usar el amor como excusa para coartar, empequeñecer y hacer serviles a otros. Ni nosotros mismos debemos hacérnoslo por amor. Amar a otro no debe ser olvidarse de uno mismo.

Amar a otro debe ser verte reflejado en los ojos de otro, ver como creces como persona, como tus alas alzan el vuelo, como persigues tus sueños y los alcanzas con el apoyo del otro. Y ver como el otro vuela a tu lado logrando también sus metas.

La relación con un compañero/a de viaje debe estar basada en la confianza plena. Confianza en la no traición, confianza como soporte en caso de caída, confianza en unos mismos valores, confianza en el apoyo del crecimiento personal, espiritual y profesional. Buscar un camino de crecimiento común en el que las dos personas tengan su parcela de crecimiento individual.

Y todo esto es independiente de querer formar una familia o no. La pareja es el comienzo y también queda sola al final, si las dos personas se han respetado, apoyado y ayudado a crecer no tendrán nada que reprocharse.

A parte de la necesaria atracción y pasión para que una pareja fragüe en un principio, se necesitan de todos esos factores para que sea para siempre, si es que hoy en día existe un para siempre.

Si tenéis pareja espero que os haga volar, os ayude a abrir las puertas del mundo y os aliente a perseguir vuestros sueños.

miércoles, 6 de abril de 2011

Los pilares del ser humano II.

La alegría invadía el corazón de su padre al ver al hijo inteligente, con deseos de aprender; observaba cómo crecía en Siddharta un gran sabio y sacerdote, un príncipe entre los brahamanes.
El pecho de su madre se henchía de orgullo al verlo caminar, sentarse, levantarse. Siddharta el
fuerte, el hermoso, el de miembros ágiles, que la saludaba con donaire...
-Con tu permiso, padre, he venido a comunicarte
que deseo abandonar mañana tu casa para irme con los ascetas.
Mi deseo es convertirme en un samana.
Entonces declaró el padre:
-No es conveniente que un brahmán pronuncie palabras violentas y furiosas.
Pero la indignación estremece mi alma. No quiero oír de tu boca este deseo
por segunda vez...
En la última hora de la noche, antes de que empezara el día, regresó, entro en el cuarto y observo al joven, que le pareció más alto, como un extraño.
-Siddharta -invocó-, ¿qué esperas?
-Tú ya sabes.
-¿Te quedarás siempre así y aguardarás hasta que se haga de día, hasta el mediodía, hasta la noche?
-Me quedaré así y esperaré.
-Te cansarás, Siddharta.
-Me cansaré.
-Te dormirás, Siddharta.
-No me dormiré.
-Te morirás, Siddharta.
-Me moriré.
-¿Y prefieres morir antes que obedecer a tu padre?
-Siddharta siempre ha obedecido a su padre.
-Así, pues, ¿deseas abandonar tu idea?
-Siddharta hará lo que su padre le diga.
La primera luz del día entró en la habitación. El brahmán vio que las rodillas de Siddharta vacilaban. Sin embargo, en el rostro de su hijo no había vacilación, sus ojos miraban hacia muy lejos. Entonces el padre se dio cuenta de que Siddharta ya no podía permanecer a su lado en la tierra. Comprendió que ya le había abandonado.
El padre tocó el hombro de Siddharta.
-Irás al bosque -dijo- y te convertirás en samana. Si encuentras la bienaventuranza en el bosque, regresa y enséñamela. Si hallas el desengaño, vuelve y de nuevo sacrificaremos juntos ante los dioses. Ahora ve, besa a tu madre y dile hacia donde vas.

Siddharta-Hermann Hesse


Uno de los pilares fundamentales para el ser humano son sus padres, sean de la naturaleza que sean, tanto en positivo, como en negativo. Su ejemplo, sus valores, sus enseñanzas, su dedicación, nos marcan de por vida.

Como ya dije en otra entrada mis padres lo son todo porque lo dan todo. Han dedicado su vida a sus retoños, sin hacer diferencias, ni afectivas, ni materiales. Una de las frases que nunca olvidaré de mi madre fue: “lo que nos hace felices es que nuestras hijas sean felices”.

Siempre han buscado nuestra felicidad tanto apoyándonos en nuestras decisiones, como aconsejándonos cuando creían que nos equivocábamos. La mayor parte de las veces estaban acertados y en las que no, no importaba siempre lo hicieron por protección.

La protección de mis padres, llevada por el amor profundo hacia su progenie. Nunca fue amor de monos, ni de gallinas, que te asfixia hasta matar cualquier atisbo de independencia y libertad, sino todo lo contrario. Fomentaron el aprendizaje, nos enseñaron a caminar por nuestro propio sendero, siempre a nuestro lado, pero sin inmiscuirse si no son preguntados. Permaneciendo en la sombra, para estar al quite en caso de oír una voz de socorro, una petición de ayuda.

Ayuda incondicional, sin explicaciones, sin pedir nada a cambio. Demasiado poco piden, más deberíamos darles.

Muchas veces les digo (y es lo que siento) ojalá nos quedáramos así para siempre, en este punto. Estamos en el clímax de nuestra relación, como adultos iguales, donde la ayuda es mutua, el consejo es mutuo. En el punto en el que el retoño comprende que todas las acciones realizadas por sus padres han sido un gesto de amor incondicional, cuando sabe que les tendrá a su lado pase lo que pase.

No quiero cumplir más años, porque no quiero que ellos los cumplan. No quiero que se hagan mayores, no quiero hacerme mayor. No necesito mi propia familia, porque ya la tengo, mi familia son ellos, junto a mis hermanas. No quiero centrarme en otros, no quiero que queden en segundo plano, ellos son mi centro. Y por supuesto no quiero perderles.

Trabajaremos en ello, y aunque los años pasen, aunque tengamos nuestros propios hijos, aunque sigamos nuestro propio camino, nunca dejaremos a un lado a nuestros padres.

martes, 5 de abril de 2011

Los pilares del ser humano.

Intenta encontrar las mejores virtudes de una
persona y díselas. Todos precisamos ese tipo
de estímulo. Cada vez que elogian mi trabajo,
me vuelvo más humilde, porque no me siento olvidado ni
despreciado.
Todo el mundo posee algún rasgo que merece elogio.
Las alabanzas significan comprensión. Somos excelentes
seres humanos en lo más íntimo y nadie es mejor que los
otros. Aprende a valorar la grandeza del prójimo y serás
capaz de ver tu propia grandeza.
14/01/1922 Kahlil Gibran


Todos tenemos personas a nuestro alrededor que son nuestros pilares, personas que nos apoyan, ayudan, nos confortan cuando nos caemos y nos aplauden cuando nos levantamos solos. Todos necesitamos de ellas. Pueden ser familiares, amigos, pareja, alguien del entorno profesional, puedes tener muchos pilares o pocos, pero lo más importante es que siempre están contigo.

Mis pilares fundamentales saben quienes son, ellos lo son para mi y yo para ellos. Pero en este caso quería destacar uno de los tipos de pilares que puedes encontrar a lo largo de la vida. Esos que no te vienen dados sino que te escogen y son escogidos, esos que perduran en el tiempo, que están en todos los momentos de tu vida, tanto buenos como malos, esos que saben ver lo mejor que hay en ti y que saben hacer una crítica cuando es solicitada.

Hace muchos, muchos años, cuando no era más que un “cacho de carne con ojos” de 7 años conocí a la que se convertiría en uno de mis pilares, uno de los más importantes. Nos escogimos mutuamente y se convirtió en mi “hermana por elección”, hemos recorrido nuestros caminos acompañándonos, respetándonos, y apoyándonos en todo momento.

Ella siempre ha estado ahí, respetando mis decisiones, aconsejándome y manteniéndose a mi lado por si necesitaba a alguien que no me dejara caer. Cuando algo o alguien me golpea siempre puedo acudir a ella, si necesito refugio y consuelo sus brazos están abiertos.

Principal promotora de mis habilidades e ideas, tal vez pone demasiada fe en ellas. Una guía incansable en el camino para cumplir mi sueño. Crítica objetiva y sin tapujos cuando me dejo llevar por el desaliento. Positiva sin excepción, todo es posible a través de sus ojos.

Uno de mis pilares fundamentales y mi futura “representante”.

martes, 29 de marzo de 2011

El jardín de las ideas


Un texto anónimo de la tradición dice que cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: Construir o Plantar. Los constructores pueden demorar años en sus tareas, pero un día terminan aquello que estaban haciendo. Entonces se paran, y quedan limitados por sus propias paredes. La vida pierde el sentido cuando la construcción acaba.
Pero existen los que plantan. Éstos a veces sufren con las tempestades, las estaciones, y raramente descansan. Pero, al contrario que un edificio, el jardín jamás para de crecer. Y, al mismo tiempo que exige la atención del jardinero, también permite que, para él, la vida sea una gran aventura.
Los jardineros se reconocerán entre sí, porque saben que en la historia de cada planta está el crecimiento de toda la tierra.
Brida-Paulo Coelho

Soy un jardinero. Un jardinero atrapado dentro de una construcción. Las circunstancias, las decisiones, las zancadillas y el menosprecio a uno mismo y sus aptitudes nos encierran entre cuatro paredes, según pasa el tiempo cada vez son más altas, pero sabemos que la luz está ahí, ahí arriba, tenemos que escalar, pero las paredes son lisas, plantemos algo que nos ayude, que nos sirva de apoyo en la escalada, que destroce los cimientos y hunda los muros.

Soy un jardinero. Un jardinero entre cuatro paredes, pero mi tierra es fértil. Sólo tengo que dejar de auto compadecerme, aprovechar la luz sobre mi cabeza, la tierra fértil bajo mis pies y plantar algo que me ayude a escalar las paredes, algo que atraviese sus cimientos y las derrumbe. Tengo que utilizar mis conocimientos, mis habilidades, mi don para la jardinería y crear un jardín tan bello y salvaje que los muros sucumban, y yo, y mi jardín creceremos en libertad.

Soy un jardinero. Un jardinero que ha comenzado a plantar, acosado por las dudas, la incertidumbre, los complejos... pero sigo plantando, sabiendo que tal vez alguna semilla no prospere, que alguna planta se marchite, pero continuo plantando, de forma constante. Utilizaré el mayor cuidado, ojalá todas germinasen, floreciesen, las protegeré de las tempestades.

Soy un jardinero. Un jardinero que planta lo que el corazón y los instintos le dictan. Que permite a su imaginación e inspiración dirigir su obra, que se deja llevar por sus fantasías y anhelos. Sin técnica, ni maestro, que vele por un proceso llevado correctamente, entre los cánones establecidos.

Soy un jardinero. Mi jardín crece libremente.

lunes, 28 de marzo de 2011

Shanghai Baby


Contra la uniformidad, la diversidad.
Contra las restricciones, el fanatismo por la ausencia de límites.
Contra el igualitarismo, la jerarquía.
Contra las espinacas, los caracoles.
Salvador Dalí.

¡Bip, bip, bip, bip!, son las 07:00 de la mañana, suena el despertador como cada día de Lunes a Viernes. Lo apago, enciendo la luz, cierro los ojos y pienso 5 minutos más, creyendo que notaré la diferencia, cuando vuelvo a abrirlos no noto diferencia alguna, bueno si, hay una diferencia, en el despertador marcan las 07:15, ¡mierda!, ya voy tarde. Me ducho, me visto corriendo, paso a la cocina y ahí están, mis dos gatos, esquivandome como pueden para salir, me tropiezo con ellos y les regaño a la vez que me río, siempre hacen lo mismo. Al ver que no salgo de la cocina se acercan a mi maullándome y me persiguen por toda la casa sin parar de hacerlo. Los pobres sólo tratan de avisarme, “no te vayas”, “quedate con nosotros, serás mucho más feliz...”.

Bajo en ascensor al garaje y me voy al coche, está un poco destrozado, pero te lleva a todas partes y nunca te dejaría tirado. De camino al trabajo me cruzo con alguno al cual yo le retiraría el carné de conducir, pero ya se sabe que la Civil sólo está para multar a quien va 5km/hora por encima del límite establecido.

Llego a la oficina, esa oficina dejada, abandonada, tirada, soltada (cualquier cosa antes que construida, porque a quién se le ocurre...) en medio de la nada, en una vía de servicio, sin ningún tipo de distracción alrededor, no te vayas a perder y no subas a trabajar. Voy en el ascensor diciendo en silencio “no aprendes nada durante el fin de semana, siempre vuelves, llega el Lunes y vuelves”.

Saludo a los compañeros, me siento frente a mi mesa, y ahí está el puzle. Es un puzle horrendo, bastante monótono, siempre el mismo, y todos los días me lo encuentro deshecho encima de mi mesa. No queda más remedio, me pongo a la tarea, encajo unas piezas con otras de forma continua durante 7 horas, bueno a decir verdad eso era antes, ahora ya lo tengo tan visto que con 2 horas he terminado, el día que más mezcladas están las piezas, porque hay otros que no sé ni para que me molesto en ir a la oficina. El resto de las horas las pasas disimulando, haciendo como que haces algo, quitando y poniendo las piezas para que tus jefes crean que trabajas. Eso es lo más gracioso del chiste, estamos rodeados, no tenemos acceso ni posibles otros entretenimientos, que no te pillen haciendo algo que no tenga que ver con el puzle. Esto ocurre todos los días, cuando llega tu hora te vas a casa dejando el puzle terminado, pero algún duende toca cojones se dedica a destrozarlo por la noche y así tienes tarea para el día siguiente. Alienados que estamos.

Este es el resumen de mi vida laboral y profesional, todos los días cuando llego a casa pienso “¿pero qué demonios estás haciendo con tu vida?”, “deja el trabajo y dedicate en cuerpo y alma a tu verdadera vocación”. Entonces aparece Pepito Grillo y te pregunta “¿cómo pretendes pagar las facturas si dejas el trabajo, alma de cántaro?”. Agacho la cabeza, escondo la valentía en un rincón, y me dedico a mi verdadera vocación con el poco cuerpo y alma que me queda.

Algún día este pequeño esfuerzo habrá valido para algo, no volveremos a la oficina y romperemos los límites.

viernes, 25 de marzo de 2011

¿Confiamos en nosotros mismos?

No te quedes inmóvil al borde del camino
No congeles el júbilo
No quieras con desgana
No te salves ahora
Ni nunca
No te salves
No te llenes de calma
No reserves de mundo
Sólo un lugar tranquilo
No dejes caer los párpados
Pesados como juicios
No te quedes sin labios
No te duermas sin sueño
No te pienses sin sangre
No te juzgues sin tiempo...

Mario Benedetti

El final del poema dice “si lo haces no te quedes conmigo”. ¿Nos quedaríamos con nosotros mismos?.

Todos en algún momento nos hemos hecho daño a nosotros mismos. Por algo que hemos hecho, o que no hemos hecho, por algo que nos han hecho o nos hemos dejado hacer. Cuando eso ocurre perdemos la confianza en nuestro yo intrínseco.

Esta pérdida de confianza nos lleva a cerrarnos y nos paraliza, nos deja en ese limbo en el que ya no tenemos fuerzas para luchar y tampoco la confianza necesaria y “nos salvamos”, “nos quedamos inmóviles” y dejamos de vivir nuestra vida, para simplemente sobrevivir. Algo que siempre he oído decir a alguien a quien quiero mucho, “hay unos pocos que viven, el resto simplemente sobrevivimos” (esta persona lo aplicaba a otra materia, pero yo prefiero ésta).

Una amiga, en una conversación, me relataba: “Hace un tiempo me hice muchísimo daño y todavía estoy intentado sobreponerme, me dí el primer mazazo, y luego llegaron otros más pequeños, pero en un espacio relativamente corto como para haberlo superado. Mis reacciones y decisiones no fueron las que yo esperaba de mi, y perdí la confianza en mi yo intrínseco. ¿Cómo podría embarcarme en una aventura nueva, si es probable que naufrague por mi propia culpa? Si ya no confío ni en mis propias reacciones, ni decisiones.

Y me salvo, me quedo bien resguardado, para no mojarme, no tropezarme, no caerme, no lastimarme, y no sufro... ¡mentira!, no es un sufrimiento espontáneo, no es un latigazo, no es una fuente de lágrimas, pero algo te va royendo por dentro, te va comprimiendo el corazón, los pulmones, la garganta, hasta que un día mueres de asfixia. Es un dolor tenue que se va apoderando de ti poco a poco, se adueña de ti y como en una espiral cuanto más lo sientes más miedo tienes a cambiar, más paralizado te sientes, más intentas convencerte a ti mismo de que debes salvarte y sin darte cuenta eres tu propio verdugo.”

Seguro que esta historia es común a todos nosotros, en algún momento de nuestra vida lo habremos sentido, experimentado. Para ésto sólo hay una solución, perdonarnos a nosotros mismos y restaurar la confianza en nuestro yo. Las pautas no las voy a dar, las desconozco, no leo libros de auto-ayuda.

No nos salvemos, no nos quedemos inmóviles al borde del camino, vivamos la vida que queremos vivir, aunque nos sea tan difícil.

miércoles, 23 de marzo de 2011

“Quería tan sólo intentar vivir lo que tendía a brotar espontáneamente de mí. ¿Por qué había de serme tan difícil?” Demian-Hermann Hesse

Durante un viaje a Argentina descubrí este libro en la pequeña biblioteca, de un mínimo salón, de un piso en Buenos Aires. Tenía 19 años y empezó mi búsqueda del yo, del sentido de la vida y de mi propio camino.

Siempre me he preocupado por esos temas pero hasta que no me encontré este libro no me había dado cuenta de la necesidad imperiosa que sentía de esa búsqueda.

Esa frase se convirtió en mi estandarte y en mi realidad. Todavía hoy continuo buscando, inaugurando mi camino, sí, lo estoy inaugurando, porque me siento muy al principio, tan sólo he dado unos pocos pasos.

Elegí mi carrera por vocación, ésta me desilusionaría con el tiempo y me haría abrir los ojos a la que realmente ha sido siempre mi vocación aunque no sea una realidad. Tal vez por ser menos realizable la había dejado en un segundo plano.

Y en este punto nos encontramos de nuevo, en el punto en el cual esta frase se repite de forma continua en mi cabeza y me pone el corazón en un puño, al borde de la asfixia. Por supuesto que por esta frase he pasado muchas veces en mi corta vida, pero los obstáculos eran superados y la meta conseguida, esta vez la meta está muy lejos, casi inalcanzable, la más difícil de todas y la que, por supuesto, daría cierta felicidad y sentido a mi vida.

No espero llevar una vida diferente a todo el mundo, como ya he expuesto en mi anterior tema no creo que eso sea posible, es una utopía. Pero sí quiero vivir mi vida, la vida que yo quiero.

Primero de todo soy una persona afortunada, por donde nací, por la familia que tengo y por encima de todo por mis padres que lo son todo porque lo dan todo. No tengo derecho a quejarme, pero como dice de mi, quien me conoce, soy inconformista, tengo necesidad de retos en mi vida, en cuanto siento que no aprendo me desmotivo, si lo que hago no me lleva a donde quiero lo aborrezco.

En ese momento estoy, sé lo que quiero, lo que tengo que hacer y por lo que tengo que luchar, ¿Porqué había de serme tan difícil?.

El ser humano se pone obstáculos en su propio camino, nos ponemos la zancadilla a nosotros mismos y jugamos al escondite con nuestros propios anhelos. Nos gusta atarnos a lazos materiales, sentimentales, profesionales y un millón más de excusas para no realizar nuestros sueños, porque si luchas lo consigues, ¿será el miedo al fracaso?. Nos engañamos a nosotros mismos diciéndonos que no valemos, que se necesita de ciertas circunstancias, que eso sólo lo consiguen otros. Sí, esos otros, que nos muestran todos los días los medios de información. Creemos que ellos son los elegidos y nosotros sólo gente común, del montón que nunca hará nada digno de mención. Hasta los gestos más sencillos son dignos de mención. Realmente existen los héroes anónimos, la sociedad nos engaña creyendo que sólo lo que es divulgado en los medios de comunicación merece de reconocimiento. Pero ésto es otro tema.

En un momento de mi carrera universitaria, un profesor (al que admiraba bastante aunque no compartiera todas sus ideas) me dijo en medio de una clase, “tú harás grandes cosas en la vida”, y eso intento, eso busco, hacer pequeñas grandes cosas en mi vida. Como ya he dicho algunas metas ya las he alcanzado, pero me queda la más grande o la menos pequeña, la más pomposa y menos sencilla, la más egocéntrica y menos modesta. La más grande de todas.

Yo lucho por salir de este circulo vicioso de auto-desmotivación y trabajar por mis sueños, que al final se resume en vivir mi propia vida, porque sólo tenemos una y no hay que desperdiciarla siendo conformistas.

lunes, 21 de marzo de 2011

¿Queremos todos lo mismo?


¿Acaso toda persona tiene las mismas aspiraciones en la vida? Esta claro que todo depende de la suerte que hayas tenido al nacer. Hay personas en este mundo que no se pueden permitir el lujo de tener aspiraciones, hay niños que no llegan a cumplir los suficientes años como para llegar a crearlas.

Pero si hablamos de éste, nuestro mundo occidental desarrollado. ¿quiere todo el mundo lo mismo?

Desarrollar una carrera profesional, ganar dinero, conocer a la persona adecuada, formar una familia, comprarse una casa, un coche, jubilarse, morirse mientras duerme...

¿Hay alguien que quiera una vida distinta? Ser reconocido, autentico, distinto, libre... ¿hay algo diferente en todo esto? Tal vez haya tantas personas en el mundo que ninguna vida es realmente distinta a otra, ninguna sobresale por encima de otras.

Incluso entre personajes históricos hay similitudes, la vida en toda su sencillez es igual para todo el mundo, nos mueven los mismos deseos, anhelos, esperanzas, ilusiones. Todo se puede resumir en una misma cosa.

Dentro de nuestra característica única y personal somos tan comunes que estamos en continua lucha por demostrar nuestra individualidad. Por lo general esta lucha se mantiene dentro de ese marco de vida común para todos (profesión, familia, casa, coche). Quien se atreve a ir más allá, quien no se conforma con seguir el camino marcado, quien necesita distinguirse de su entorno, ¿lo hace llevado por un ego desmesurado?, ¿se cree más individual que nadie?, ¿piensa que es especial frente al resto?, ¿o tal vez es que vive su vida como única e irrepetible?.

Realmente no hay una vida distinta a otra, ni siquiera la de personas reconocidas públicamente, siempre habrá otra que siga el mismo patrón. Por muy controvertida, asocial, fuera de los margenes que sea tu vida siempre habrá alguien viviendo como tú.

De todo esto nos damos cuenta gracias a este mundo de la información que vivimos en nuestros días. Hay programas para todos los gustos donde te enseñan como vive la gente en distintos países del mundo. Tal y como he oído decir “no es necesario salir del salón de tu casa para ver el mundo entero”.

Viendo uno de estos programas, me encuentro con la historia de un señor que está dando la vuelta al mundo en bicicleta, lleva ya 6 años. Lo dejó todo y decidió llevar una vida distinta. Me causó mucha impresión, admiración incluso, por ser capaz de hacer eso que todos queremos, “algo distinto”. Pero al final del reportaje aparecen unas líneas que nos informan que hay otro señor que lleva haciendo exactamente lo mismo unos 20 años, no recuerdo bien, pero muchos más que 6. La decepción fue aun mayor, algo que yo creía que era único, no lo era. La vida de ese señor no era única, su disposición a hacer algo distinto al resto del mundo no había funcionado.

Cierto es que es una minoría, puede que incluso sean sólo esas dos personas las que vivan recorriendo el mundo en bici, pero ya hay ¡dos!, ya no es una vida llevada de forma única, diferente al resto del mundo. Dos cerebros llevados a tener una misma idea.

Porque las ideas siempre son las mismas, las creemos únicas pero no paran de repetirse.

Lo mismo ocurre en la vida, los ciclos no paran de repetirse. Las formas de vida por muy distintas que sean siempre son las mismas.