lunes, 21 de marzo de 2011

¿Queremos todos lo mismo?


¿Acaso toda persona tiene las mismas aspiraciones en la vida? Esta claro que todo depende de la suerte que hayas tenido al nacer. Hay personas en este mundo que no se pueden permitir el lujo de tener aspiraciones, hay niños que no llegan a cumplir los suficientes años como para llegar a crearlas.

Pero si hablamos de éste, nuestro mundo occidental desarrollado. ¿quiere todo el mundo lo mismo?

Desarrollar una carrera profesional, ganar dinero, conocer a la persona adecuada, formar una familia, comprarse una casa, un coche, jubilarse, morirse mientras duerme...

¿Hay alguien que quiera una vida distinta? Ser reconocido, autentico, distinto, libre... ¿hay algo diferente en todo esto? Tal vez haya tantas personas en el mundo que ninguna vida es realmente distinta a otra, ninguna sobresale por encima de otras.

Incluso entre personajes históricos hay similitudes, la vida en toda su sencillez es igual para todo el mundo, nos mueven los mismos deseos, anhelos, esperanzas, ilusiones. Todo se puede resumir en una misma cosa.

Dentro de nuestra característica única y personal somos tan comunes que estamos en continua lucha por demostrar nuestra individualidad. Por lo general esta lucha se mantiene dentro de ese marco de vida común para todos (profesión, familia, casa, coche). Quien se atreve a ir más allá, quien no se conforma con seguir el camino marcado, quien necesita distinguirse de su entorno, ¿lo hace llevado por un ego desmesurado?, ¿se cree más individual que nadie?, ¿piensa que es especial frente al resto?, ¿o tal vez es que vive su vida como única e irrepetible?.

Realmente no hay una vida distinta a otra, ni siquiera la de personas reconocidas públicamente, siempre habrá otra que siga el mismo patrón. Por muy controvertida, asocial, fuera de los margenes que sea tu vida siempre habrá alguien viviendo como tú.

De todo esto nos damos cuenta gracias a este mundo de la información que vivimos en nuestros días. Hay programas para todos los gustos donde te enseñan como vive la gente en distintos países del mundo. Tal y como he oído decir “no es necesario salir del salón de tu casa para ver el mundo entero”.

Viendo uno de estos programas, me encuentro con la historia de un señor que está dando la vuelta al mundo en bicicleta, lleva ya 6 años. Lo dejó todo y decidió llevar una vida distinta. Me causó mucha impresión, admiración incluso, por ser capaz de hacer eso que todos queremos, “algo distinto”. Pero al final del reportaje aparecen unas líneas que nos informan que hay otro señor que lleva haciendo exactamente lo mismo unos 20 años, no recuerdo bien, pero muchos más que 6. La decepción fue aun mayor, algo que yo creía que era único, no lo era. La vida de ese señor no era única, su disposición a hacer algo distinto al resto del mundo no había funcionado.

Cierto es que es una minoría, puede que incluso sean sólo esas dos personas las que vivan recorriendo el mundo en bici, pero ya hay ¡dos!, ya no es una vida llevada de forma única, diferente al resto del mundo. Dos cerebros llevados a tener una misma idea.

Porque las ideas siempre son las mismas, las creemos únicas pero no paran de repetirse.

Lo mismo ocurre en la vida, los ciclos no paran de repetirse. Las formas de vida por muy distintas que sean siempre son las mismas.

2 comentarios:

  1. Muy interesante, si... si... interesante....

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  2. Fíjate que nunca me he preocupado por si mi vida era distinta, pero si que me preocupa que sea lo que yo realmente quiero en cada momento...y así cuando mire atrás estaré tranquila, en paz conmigo misma a pesar de los errores...porque será MI vida.

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