sábado, 31 de diciembre de 2011

No hay que tener miedo al tren.


Lo que llamamos “vida” es un tren con muchos vagones.
A veces estamos en uno, a veces en otro.
Otras veces pasamos de uno a otro,
cuando soñamos o cuando nos dejamos llevar por lo extraordinario.

No somos lo que la gente deseaba que fuésemos.
Somos lo que decidimos ser.

Aleph – Paulo Coelho.

El miedo va hasta donde lo inevitable comienza;
a partir de ahí, pierde su sentido.
Y todo lo que nos queda es la esperanza
de haber tomado la decisión adecuada.

La Quinta Montaña – Paulo Coelho.



Terminamos el año cumpliendo con estas palabras de Paulo Coelho, estos meses sin publicar nada, no me salían las palabras, la incertidumbre, el miedo, el salto al vacío me tenían la garganta atenazada, los dedos de las manos paralizados.

Pero terminamos el año, y yo lo finiquito cambiando de vagón, siendo lo que ni yo esperaba ser y habiendo sentido mucho miedo.

Nadie dijo que plantar un jardín fuera fácil, uno a veces no sabe ni que plantar, lo único que sabe es que no le gusta vivir entre piedras, rastrojos y tierra seca. La mayor parte del tiempo podemos creer que no hay otra opción para nosotros, es lo que nos ha tocado y como mucho esperamos que un golpe de suerte, externo a nosotros, venga y nos cambie la vida, mientras tanto seguimos dándole patadas a las piedras, enfadados, tristes, frustrados por lo que nos ha tocado vivir, en cualquier ámbito. En este caso, el ámbito profesional.

Estudiamos una carrera, por vocación, tuve esa suerte, das tumbos de un trabajo a otro, cuando consigues trabajar de lo tuyo es el gran triunfo, pero entonces quieres más, persigues otras metas, las cumples. Al cabo de los años, por las decisiones tomadas, por darle su parcela de importancia a tu vida personal, te ves metido en un trabajo que no te gusta, que crees que es temporal, pero pasa el tiempo y no encuentras la salida, y encima no te puedes quejar, (que no te oigan), que trabajas de lo tuyo, tienes buen horario y para lo mal pagada que está tu profesión encima no te puedes quejar del salario que tienes.

Mientras tanto uno se pasa 8 horas o más al día soportando lo inevitable, lo necesario para traer un salario a casa, y con los tiempos que corren miras a tu alrededor y sólo puedes dar las gracias por tener trabajo, y con esa excusa te consuelas un tiempo, utilizas todas las estrategias mentales posibles para hacerte creer que no estás mal y que puedes seguir el tiempo que sea, soportando todos los frentes que tienes abiertos en la oficina.

Tu yo inconformista continua buscando una salida, pero no la encuentra, yo he estudiado una carrera para trabajar por cuenta ajena, y encima, o te sacas una oposición o, como he estudiado una carrera para ayudar a los demás, en el ámbito privado piensan que no tenemos una hipoteca ni facturas que pagar, trabajamos de forma altruista porque nos gusta. Claro que ya sabíamos que no nos haríamos ricos, que no tendríamos un nivel alto de vida, pero por favor, un salario digno, un salario para poder vivir y no que la mayoría de profesionales de Trabajo Social viven con 800 euros netos al mes, con horarios cambiantes de Lunes a Domingo.

No era mi caso, encima yo estaba en un trabajo de lo “mejor” que puedes esperar en el ámbito privado.

Con este panorama a uno le acaba por decepcionar su profesión en su propio país, y decide que ya no quiere ejercerla, que esta harto de que le tomen el pelo, de aguantar los caprichos y directrices de las grandes empresas y políticos. Para que negarlo trabajar por cuenta ajena a cierto nivel, en este país, es una mierda, ups, he dicho mierda... sí, una mierda.

Y un día, mientras te encuentras en este estado de frustración, aparece un tren, una nueva semilla, de apariencia muy atractiva, dan ganas de subirse, de plantarla, pero es arriesgado... ¿seguimos dándole patadas a las piedras? O ¿ponemos todo nuestro esfuerzo y nos subimos al tren y plantamos la nueva semilla?

Todo nuevo camino da miedo, tenemos los pies tan anclados a la tierra, a los bienes materiales, al conformismo, a la seguridad, tenemos tanto miedo al cambio que la mayor parte de oportunidades que nos presenta la vida las dejamos pasar, preferimos seguir dando patadas a las piedras y excusarnos en que nunca tuvimos la oportunidad que necesitábamos, que queríamos, y sí, pasó por delante nuestra pero no supimos verla, no tuvimos el valor de subirnos al tren, de plantar la semilla.

Este año sí puedo decir que no es mi caso, me he subido al tren, he plantado la semilla. No va a ser un camino fácil y la semilla necesitará de mil cuidados para germinar y florecer. Voy a trabajar mil horas más que antes, pero lo haré para mi, por mi proyecto. Sin aguantar los caprichos de los demás, de los que nos clasifican con un número de trabajador y nunca llegan a saber ni que existimos, ni de los ineptos que están por encima creyendo que saben más que tú y que consiguieron su puesto a base de lamer culos.

Este año por fin puedo decir en voz alta y siendo mas cierto que nunca, ¡Año Nuevo, Vida Nueva!, porque los cambios son posibles, los pequeños sueños se cumplen y seguiremos trabajando por los grandes.

¡FELIZ AÑO NUEVO 2012!

4 comentarios:

  1. Siempre fuiste inconformista, mi hermana del alma. Y el momento tenia que llegar y ha llegado y yo me siento muy feliz de haberme subido al vagón contigo para compartir un viaje que será extenuante pero extraordinario. Por toda una vida... chin chin! y feliz comienzo en 2012. Te quiero por hacer siempre que la mia sea mejor.

    ResponderEliminar
  2. ¡Mucho coraje has tenido en subir a ese tren! Pero seguro que a partir de ahora vas a ser más feliz, porque vas a llevar la vida que realmente quieres. Y porque estás luchando para conseguirlo.
    ¡¡¡Feliz 2012!!!
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  3. Feliz año nuevo!!!!!! y que todos estos nuevos proyectos estén llenos de felicidad y por qué no??? mucho dinero!!! Muak

    ResponderEliminar
  4. Por fin ... llegó, cuán esperado era este artículo. Cada vez que abría esta puerta y no leía ningún pensamiento nuevo de "mi amiga" me ponía triste, pues sabía que esto sí que era su vida. Pero ya está aquí; me alegro por volver a pensar contigo, por verte ilusionada con el proyecto, por infundirme un poquito de valor e ilusión porque siempre es posible salir si se lo propone y porque fortaleces mi idea de que la familia si te apoya es un pilar tan estable que hace sentirte invulnerable, fuerte, capaz de arrasar con todos los malos vientos que puedan azotar tu vida. El 2012 será duro pero eres trabajadora y no estás sola. Ánimo y currar.FELIZ 2012!! Yey
    No dejes de seguir pensando con nosotros , no nos olvides

    ResponderEliminar