Un texto anónimo de la tradición dice que cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: Construir o Plantar. Los constructores pueden demorar años en sus tareas, pero un día terminan aquello que estaban haciendo. Entonces se paran, y quedan limitados por sus propias paredes. La vida pierde el sentido cuando la construcción acaba.
Pero existen los que plantan. Éstos a veces sufren con las tempestades, las estaciones, y raramente descansan. Pero, al contrario que un edificio, el jardín jamás para de crecer. Y, al mismo tiempo que exige la atención del jardinero, también permite que, para él, la vida sea una gran aventura.
Los jardineros se reconocerán entre sí, porque saben que en la historia de cada planta está el crecimiento de toda la tierra.
Brida-Paulo Coelho
Soy un jardinero. Un jardinero atrapado dentro de una construcción. Las circunstancias, las decisiones, las zancadillas y el menosprecio a uno mismo y sus aptitudes nos encierran entre cuatro paredes, según pasa el tiempo cada vez son más altas, pero sabemos que la luz está ahí, ahí arriba, tenemos que escalar, pero las paredes son lisas, plantemos algo que nos ayude, que nos sirva de apoyo en la escalada, que destroce los cimientos y hunda los muros.
Soy un jardinero. Un jardinero entre cuatro paredes, pero mi tierra es fértil. Sólo tengo que dejar de auto compadecerme, aprovechar la luz sobre mi cabeza, la tierra fértil bajo mis pies y plantar algo que me ayude a escalar las paredes, algo que atraviese sus cimientos y las derrumbe. Tengo que utilizar mis conocimientos, mis habilidades, mi don para la jardinería y crear un jardín tan bello y salvaje que los muros sucumban, y yo, y mi jardín creceremos en libertad.
Soy un jardinero. Un jardinero que ha comenzado a plantar, acosado por las dudas, la incertidumbre, los complejos... pero sigo plantando, sabiendo que tal vez alguna semilla no prospere, que alguna planta se marchite, pero continuo plantando, de forma constante. Utilizaré el mayor cuidado, ojalá todas germinasen, floreciesen, las protegeré de las tempestades.
Soy un jardinero. Un jardinero que planta lo que el corazón y los instintos le dictan. Que permite a su imaginación e inspiración dirigir su obra, que se deja llevar por sus fantasías y anhelos. Sin técnica, ni maestro, que vele por un proceso llevado correctamente, entre los cánones establecidos.
Soy un jardinero. Mi jardín crece libremente.
Pues esta bien eso de ser un jardinero, como bien dices no todo germinará pero lo que finalmente lo haga seguro que te hara inmensamente feliz, sabes que los jardines estan expuestos a las inclemencias del tiempo, nosotros también y encima al libre arbitrio de los hombres, la lastima es que los jardines tambien, lo bueno es que tienes la intención de no rendirte cuando algo te falle y eso seguro que te trae buenos frutos. Una buena entrada por cierto te falla algo en los seguidores..
ResponderEliminarExcelente entrada, como todas las demás. Y es que todas ellas me hacen reflexionar. Y tu talento para escribir es incuestionable.
ResponderEliminarAquí tienes una nueva seguidora.
Besotes!!!
Muchas gracias por vuestro apoyo, seguiremos luchando y espero que el blog no os defraude nunca.
ResponderEliminary yo, yo que soy.. Desde luego sé lo que no soy y eso me enorgullece..gran reflexión para meditar a lo largo de la vida. Tú, tú eres una gran jardinera pero dentro de tí ahí otras muchas más cosas que darán su fruto por lo bien que cuidas y mimas la tierra donde plantas, a las plantas que crecen y a buen seguro a la flor que florece..
ResponderEliminarMe ha traído hasta aquí Sonia, amiga común. Esta entrada me ha gustado mucho. Seguiré curioseando un poco, sí?
ResponderEliminarSaludos,
PD Se me olvidaba.. la foto de la cabecera es una preciosidad!